La difícil decisión de tomar antidepresivos.

Cómo saber si debo tomar antidepresivos

Tomar antidepresivos o no tomarlos es, en mi experiencia profesional, una de esas resoluciones que nos hace cuestionarnos aspectos muy profundos e importantes sobre nosotros mismos. Nos conecta con sentimientos de vulnerabilidad y fracaso, además del miedo a la dependencia. Huelga decir que tampoco es fácil ingerir sustancias sin saber cómo reaccionarán nuestro cuerpo y nuestra mente a ellas.

Por ello, con este artículo pretendo arrojar un poco de luz a las personas que se encuentran con la duda sobre si recurrir o no a la farmacoterapia. Les propongo que esta gran pregunta la diluyamos en otros interrogantes más pequeños y concretos. Que nos hagamos otras preguntas más concisas sobre la tristeza, nuestros miedos y también sobre los efectos de estas sustancias. Aquí abajo les ofrezco algunas:

¿Tengo depresión o es simplemente tristeza?

No hay que confundir la tristeza con la depresión. Todas las personas pasamos por momentos en la vida de gran tristeza, y es que la vida trae circunstancias pesarosas, por lo que no reaccionar con sentimientos acordes sería algo incoherente y poco saludable. Muchas personas acuden a terapia preocupadas por padecer depresión y tener que tomar antidepresivos. Sin embargo, una vez comienzan a relatar algunos acontecimientos de su vida, resulta que han vivido o están atravesando en el momento actual situaciones muy dolorosas, y que por todo ello se están sintiendo especialmente tristes. Raro sería no estar triste si estamos en circunstancias penosas; y ello es muy diferente a los síntomas de depresión.

Mientras la tristeza es pasajera y circunstancial, la depresión es una patología mental que requiere de un tratamiento específico para su cura. Mientras la tristeza va desapareciendo según pasa el tiempo y cambian los acontecimientos, la depresión se resiste a irse. ¿Pero por qué? ¿Por qué, si la depresión es una tristeza grave, no desaparece con el tiempo, aunque sea con el paso de mucho, mucho tiempo? Porque normalmente uno se deprime cuando no conoce el motivo de su tristeza, o incluso cuando ni siquiera es consciente de estar triste. Por eso decía más arriba que es poco saludable que alguien no se entristezca en una situación dolorosa, ya que puede que su tristeza haya quedado encubierta y aparezca con el paso de los años en forma de depresión severa.

¿Mis síntomas son suficientemente graves como para tomar antidepresivos?

Si usted tiene depresión, lo mejor que puede hacer es empezar un tratamiento psicológico específico que le ayude a entender el motivo de su tristeza. No le recomiendo una terapia que trate de combatir los síntomas o luchar contra ellos, ya que eso sería parecido a ponerse en guerra contra uno mismo, produciendo síntomas de mayor frustración y rechazo hacia sí mismo. Verá que, si en su terapia trata de entender y no combatir, la depresión irá remitiendo según vaya poniendo palabras y orden a sus sentimientos.

Ahora bien, hay depresiones tan severas que anulan la capacidad de pensar con claridad, que limitan al mínimo nuestras energías y por ende imposibilitan la idea de empezar una terapia, con todo el esfuerzo emocional y mental que ello supone. Si no tiene fuerza suficiente para ir a terapia, la medicación puede ser una aliada temporal. Como el café que nos anima a desperezarnos por la mañana, los antidepresivos logran estabilizar nuestra mente para poder trabajar con ella.

¿Tomar antidepresivos es un fracaso personal?

Algunos pacientes cargan con mucha auto-exigencia y no se permiten recurrir a la medicación porque sería como rendirse, como declararse incapaces para resolver su tristeza. Se ordenan a sí mismos levantarse por las mañanas y actuar como si no se sintieran mal; se obligan a ir al gimnasio, a salir de casa, a pesar de que se sienten sin fuerzas. Repasando su vida y sus circunstancias, se dicen a sí mismos que no tienen motivos para estar así, y mucho menos para quejarse de algo. Normalmente estas personas no conocen el motivo de su pesar, por lo que viven a veces durante años tratando de negar sus sentimientos. «Como lo que estoy sintiendo no tiene sentido, haré como si no pasara nada». Entonces la tristeza, al no ser escuchada sino más bien juzgada, empeora.

Si éste es su caso, recuerde que a veces hay que parar para poder seguir. Que reconocer que uno no puede más o no puede solo, es el primer paso para empezar a ponerle solución. Y que no hay peor manera de agravar un estado de ánimo, que desoírlo y juzgarlo. Si usted está triste, tendrá sus motivos. Habrá que parar para escucharse y entenderlos. Una terapia personal es la mejor manera de hacerlo, y puede que la medicación le ayude temporalmente a tener las energías suficientes para poder llevarla a cabo.

¿Acabaría dependiendo de la medicación?

El miedo a la dependencia es uno de los temores más comunes en mi consulta. Miedo a enamorarse, miedo a iniciar una terapia, miedo a tener hijos o miedo a medicarse. Todos ellos tienen en común la preocupación por caer en una dependencia. Depender emocionalmente de mi enamorado y sufrir si me deja; depender de una terapia y que me estafen; tener hijos y no saber hacer otras cosa más que cuidarlos y estar (de)pendiente de ellos; tomar antidepresivos y no saber estar bien sin ellos.

Pues bien, todas estas experiencias-enamorarse, pedir ayuda, criar y medicarse-funcionan solo si en algún momento de su proceso efectivamente se da una situación de dependencia. Y eso no es malo, al contrario, es necesario. Si uno no se cuelga un poco de la otra persona, no se siente enamorado; si no se deja en manos de un especialista y confía, no podrá aprender a hacerlo por mí mismo; si no depende emocionalmente de sus hijos cuando son más pequeños, probablemente no los atienda lo necesario; y si no depende de la mediación durante un tiempo, no podrá notar sus efectos. Lo importante es que dicha dependencia no sea crónica, sino temporal. Y que si recurre a la medicación, no sea su único tratamiento, sino que una terapia personal le ayude a fortalecerse para poder continuar algún día sin ellas.

¿Cómo me afectaría tomar antidepresivos?

El tratamiento farmacológico tiene efectos a nivel físico pero también a nivel psicológico. Mientras que, a su vez, nuestras cuestiones físicas pero también las psicológicas pueden alterar la forma en que los fármacos actúan sobre nosotros. Por ejemplo, ciertos antidepresivos no deben usarse si existen problemas cardíacos, ya que podría aumentar el riesgo de hipotensión, arritmias o incluso infarto de miocardio. Si ya está en tratamiento con un inhibidor de la monoaminoxidasa, debe tener cuidado, ya que algunos fármacos antidepresivos inhiben la monoaminoxidasa, y la suma podría hacer aparecer mayores efectos secundarios. También sería peligroso auto-medicarse con antidepresivos si usted tiene problemas con el consumo de alcohol o dependencia a otras sustancias. Aunque la mejor manera de conocer cuál sería su tratamiento farmacológico indicado es pedir cita con su médico de cabecera.

En cuanto a las cuestiones psicológicas, debe saber que la personalidad de cada uno, los sentimientos que tenga asociados a la idea de medicarse e incluso el momento vital en que se encuentre, pueden alterar la experiencia de recibir medicación. No es que nuestra forma de ser vaya a afectar a la forma en que las sustancias químicas trabajan sobre nuestro cuerpo directamente, pero sí, como digo, a la experiencia de tomar medicación. Porque nuestro cuerpo es una vía más de expresión, y si al recibir medicinas se nos despiertan nuevos sentimientos, éstos se podrán poner de manifiesto a través de nuestro cuerpo, sin que esto tenga que ser dañino o perjudicial necesariamente. Por ejemplo, si usted tiene miedo a la aparición de nuevos síntomas si toma medicación, puede que experimente signos de ansiedad durante su tratamiento farmacológico. Esto no tiene por qué ser una contraindicación al tratamiento, pero sí es importante tomarlo en cuenta para hacerle el camino más fácil.

Pedir ayuda psicológica

Es posible que después de leer estas preguntas le hayan surgido otras nuevas, o que necesite pensar más sobre su tristeza y las formas de tratarla. Puede contactar conmigo aquí si lo desea.