¿Funciona la terapia online?

Terapia online en tiempos de confinamiento ¿Funciona?

Si antes preferíamos acudir a consulta para hablar de nuestras intimidades, a fecha de hoy aún en Estado de Alarma, esto no es posible. Algunas personas se imaginan una sesión por Skype como algo frío; otras no encuentran un lugar de intimidad en sus casas y ven difícil que las sesiones sean útiles; también hay quienes piensan que la terapia a distancia pierde su esencia, su calor humano . En definitiva, hoy emergen muchas dudas acerca de la efectividad de una terapia a distancia. ¿Funciona la terapia online?

En este artículo hablaremos sobre las ventajas y los inconvenientes que pueden tener las sesiones terapéuticas en remoto. Veremos algunas falsas creencias sobre este tema y otras suposiciones que sí tienen su carga de razón.

No es lo mismo que en persona

No, efectivamente los encuentros en remoto no son iguales que los encuentros en persona, ya se trate de una sesión terapéutica como de una quedada de amigos. Ésta es una suposición cierta sobre la terapia online.

Pero que no sea lo mismo no tiene por qué significar que vaya a ser peor o directamente absurdo. No nos tomamos una caña igual en un bar que en el salón de casa con nuestros amigos en Houseparty. Sin embargo, todos agradecemos en estas fechas contar al menos con este tipo de quedadas y notamos su efecto en nuestro humor. Lo mismo ocurre con las sesiones de terapia, no serán lo mismo pero notaremos su efecto.

Puede resultar algo frío

Una consulta psicológica acogedora, agradable y cálida es un lugar indicado para abrirse emocionalmente y hablar de intimidades. Por ello, muchos piensan que no podrán hablar igual con su terapeuta si lo hacen desde el salón de su casa o desde su dormitorio.

Aunque esta opinión es comprensible, tenemos que recordar que la intimidad que uno encuentra con su terapeuta va más allá del espacio físico. Si un paciente confía en su analista y se siente cómodo hablando en su compañía, nada cambiará demasiado en una sesión online. La calidez no solo está en el olor del despacho y el color de sus paredes; también está en la relación misma con el terapeuta, en la forma de escuchar y en la voz que él o ella tiene. Y esto se mantiene en una terapia telemática.

Puede parecer innecesario

Algunos pacientes han interrumpido su terapia psicológica desde que nos declaramos en cuarentena. La mayoría pensó que el confinamiento duraría tan solo unas semanas y prefirió prescindir de sus sesiones un tiempo antes que tener unas pocas online. Valoraron sus problemas y pensaron no había nada los suficientemente grave como para no poderlo dejar unas semanas.

Que un paciente pueda relativizar sus dificultades y considerarse capaz de no depender de una terapia es no solo un indicativo de buen pronóstico de cara a su mejoría sino también la actitud necesaria para realizar un buen trabajo terapéutico. Sin embargo, viendo que el confinamiento se alarga, tal vez sea momento de reconsiderar continuar con el trabajo psicológico, no tanto por dependencia sino por deseo o conveniencia.

Debemos continuar

Pensábamos que la cuarentena no duraría tanto, que sería cuestión de semanas, a lo sumo un mes. En su momento se congeló el tiempo, relativizamos nuestros problemas psicológicos en virtud de nuestra salud física; no estar infectados era lo más importante, quizás lo único importante. Durante un tiempo las discusiones de pareja, los conflictos familiares y en el trabajo, incluso los complejos pudieron pasar a un segundo plano . Ahora, pasado un tiempo, vuelven a salir de sus escondites, se descongelan y nos vuelven a incordiar.

Es posible que sea momento de continuar con nuestras vidas donde las habíamos dejado, por lo menos hasta donde nos sea posible. Con pandemia o sin ella, seguimos siendo los mismos y básicamente seguimos teniendo los mismos problemas o incluso ahora nuevas dificultades. Debemos mantener la idea de cuidarnos y seguir adelante.

Otras ventajas de la terapia online

Ni que decir tiene que pedir cita para una sesión telemática resultará más sencillo que para un encuentro presencial. Trabajando desde casa, las terapeutas contamos con mayor flexibilidad de horarios y podemos ofrecer mayor variedad de posibilidades de encuentro.

Es importante señalar que darle continuidad a nuestras vidas —cada uno al ritmo que pueda— hará más probable que esta etapa resulte lo menos traumática posible. Por el bien de nuestra sociedad también, debemos no quedarnos paralizados, pero si nos seguimos moviendo, hacerlo de forma responsable: sin salir de casa.

Afortunadamente, la ayuda psicológica puede seguir ofreciéndose y recibiéndose a distancia, y así lo haremos desde Psicología Usera hasta que volver a nuestra consulta deje de ser un riesgo para nuestros pacientes. Pida su primera cita online.

Carmen G. Rosado Bordallo