En este artículo daremos algunas herramientas que le harán más fácil la tarea de perdonar a tu pareja.

Cómo perdonar a tu pareja

Perdonar es una tarea difícil, y perdonar a tu pareja, esa persona en la que tantas emociones se proyectan, puede hacerse todavía más complicado. A pesar del amor, del cariño y la complicidad, la pareja también nos ofrece grandes dolores y enfados. La persona a la que más amamos puede ser también aquella a la que más daño, sin quererlo, hagamos. Y esto ocurre también en el sentido inverso, donde nosotros somos también y a la vez, amados y dañados. Tal circunstancia ocurre por la intensidad del vínculo que se construye en una relación sentimental: lo bonito puede resultar precioso y lo feo tremendamente doloroso y, por ende, difícil de perdonar. Veamos algunos consejos que podrían hacer más fácil la tarea de perdonar a tu pareja.

Deje reposar el enfado

Acaba de escuchar aquello que tanto duele, le acaban de dar esa mala noticia, ha visto lo peor que se esperaba de su pareja… Si no han llegado a discutir, intente hacer un esfuerzo por no verse arrollado por sus emociones. Si ya han discutido, es momento de parar, ya habrá tiempo para seguir hablando. Ahora toca dejar pasar un tiempo, sin intentar desenfadarse ni resolver la situación: simplemente permítase este enfado.

Consúltelo con «la almohada»

Hable de este enfado con alguien. Con su persona confidente, con su terapeuta, con su reflejo en el espejo. Lo importante es que se escuche, que ponga en orden sus ideas. De paso, también le vendrá bien escuchar otras opiniones y puntos de vista.

¿Es un tema delicado para usted?

Los enfados no siempre son proporcionales a los actos. Hay temas que despiertan nuestras inseguridades más particulares y a veces, a poco que se roce ese tema, saltan las chispas. Para perdonar a tu pareja, un paso importante es cuestionar la gravedad de sus actos: ¿Lo que ha hecho es tan grave o yo estoy un poco susceptible con este tema? Si es un tema delicado para usted, es buen momento para tratar de sanar esa herida en un ámbito privado como la terapia individual.

Esta vez se ha pasado

Si se hace la pregunta anterior y su respuesta es no, entonces debemos reconocer la realidad: su pareja le ha fallado. Puede que simplemente haya metido la pata con un gesto doloroso pero de no mucha importancia. O puede que el daño sea profundo. Permítase sentir este dolor. Si se fija, sigue habiendo enfado, pero ahora reconocemos el dolor.

¿Podría disculparlo?

No hay nadie perfecto, también su pareja comete errores. La cuestión es si hay un equilibrio entre lo bueno y lo malo que le ofrece su pareja. Si al pararse a pensar en ello descubre que le aporta más cosas agradables que desagradables, o que las buenas compensan las malas, podría ser más fácil perdonar a tu pareja. Si, por el contrario, siente que la mayoría de las veces le está fallando, podríamos preguntarnos si su relación es lo suficientemente sana para ambos.

Busque la manera de decirlo

Siente dolor y es importante que su pareja lo sepa. Ahora que su enfado no es arrollador sino que más bien la tristeza está en el primer plano, medite la forma más cuidadosa y respetuosa de hacérselo saber. No tiene sentido buscar la bronca ni darle motivos para que se enfade con usted. Ahora lo importante es hacerse entender, y para ello es preciso que hable con calma.

Dele tiempo a su pareja

Ya se lo ha dicho, pero no es momento de encontrar la solución. Permita que ahora sea su pareja quien repose las ideas. Puede que su primera reacción, en caliente, sea mala. No importa, dele tiempo para pensar sobre lo que usted le ha explicado. Llegado el momento, volverán a hablar.

Escuche las disculpas

Es más fácil perdonar si nos piden perdón. Si su pareja aún no lo ha hecho, es importante que usted le explique que si quiere ser perdonado usted necesita escuchar sus disculpas.

Perdone o abandone

Si ha seguido estos consejos, lo esperable es que tenga un poco más claras sus ideas. ¿Le compensa perdonar a su pareja? Entonces haga el esfuerzo, el mundo no es perfecto y tampoco su pareja. ¿Se ha dado cuenta de que no le conviene perdonar? Abandone. Para cualquiera de estas decisiones, busque apoyo si lo necesita.

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