¿Cómo elegir un psicólogo correctamente?

¿Cómo elegir un psicólogo?

Si ya es difícil para algunos pedir ayuda cuando algo va mal, elegir un psicólogo puede convertirse en todo un reto. Es la primera vez que va al psicólogo, o quizás no, pero no sabe qué criterios utilizar para decantarse por un profesional ni cómo elegir esta vez su terapia. Aquí hablaremos de algunas ideas que le ayudarán a decidirse.

Busque en su zona

Es importante elegir una consulta psicológica que esté cerca de un lugar donde al menos pase tres días a la semana. Puede estar cerca de su casa, o también de camino al trabajo, al colegio de sus hijos o donde sea. No basta con que usted suela estar en esa zona un día a la semana porque verá que en un proceso terapéutico es habitual posponer sesiones a otros días por los típicos inconvenientes de la rutina.

A la hora de seleccionar una consulta psicológica, piense que notará ciertas ventajas si se le hace relativamente cómodo trasladarse hasta ella. Lo apreciará cuando, pasado un tiempo, a veces le de pereza acudir o se encuentre en un pico de estrés, recados y vaivenes.

Busque afinidad

Así como la afinidad es clave en la amistad y las relaciones de pareja, encontrar un psicólogo con una forma de pensar parecida a la suya es crucial para crear una alianza. No es necesario que piensen igual o que estén de acuerdo en todo, pero sí es importante que sienta que su futuro analista sabrá entender lo que le ocurre.

En busca de esta afinidad puede pedir recomendación a gente de confianza, explorar las reseñas de Google (aunque éstas no son siempre fiables) o también puede detenerse a leer la página web del terapeuta y ver si le encaja lo que escribe y cómo lo escribe. No todo el mundo cree en el inconsciente y no a todo el mundo le basta con tratar sus problemas exclusivamente a nivel conductual. Por ello, fíjese en la metodología y filosofía del psicólogo y valore si encaja con su forma de entender su problema.

Sea práctico/a

¿Puede costearse esa terapia? Un proceso psicológico normalmente tiene una duración no menor de un año. Es conveniente echar cuentas y medir si podrá invertir cierta cantidad mensual para su mejoría. No le recomiendo que el criterio económico sea el primordial en su decisión, más bien le aconsejo que de prioridad calidad y confianza del profesional. Sin embargo, es cierto que hay que tener en cuenta la realidad monetaria de cada cual para tomar una decisión coherente y estable a medio y largo plazo.

Si da con una consulta en la que deposite sus esperanzas de cambio y que lo motive a acudir, pero no cuenta con el dinero suficiente, le recomiendo ponerse en contacto y explicarle su situación al profesional.

Lea más información sobre este tema pinchando en ¿Cuánto dura una terapia psicológica? y ¿Cuánto cuesta una terapia psicológica?

Pregunte

En la primera sesión con el psicólogo o incluso llamando por teléfono, pregunte todo lo que necesite saber. Resuelva sus dudas sobre la metodología que emplea el analista, la forma de pago, la flexibilidad horaria… Por supuesto, es fundamental que le hable de su problema para notar si el profesional lo entiende de forma parecida a como usted lo hace. Hay muchos enfoques a la hora de entender los problemas psicológicos, la cuestión es si su forma y la del profesional coinciden.

Para saber esto y resolver sus inquietudes a veces no basta con una conversación. Dese tiempo para valorar a su psicóloga y dele tiempo a ella para darle a conocer las ventajas de acudir a su consulta. A veces uno se sorprende con las nuevas perspectivas que abren los psicólogos y sale de sesión con maneras diferentes de ver las cosas.

Fíjese en cómo se siente

Durante esas primeras sesiones, ¿cómo sale de la consulta? Explore si el profesional le aporta información nueva, útil, afín con usted o por lo menos interesante. Espere unas horas, unos días y vuelva a pensar en ello: ¿qué sensación se le queda?

Así como a veces nos quedamos con mal sabor de boca al terminar una película y sin embargo cuanto más la seguimos pensando más nos convence, lo mismo puede ocurrir en las terapias. Uno sale de su primera sesión convencido, pero a los pocos días se nota enfadado con el profesional. O al revés, sale a disgusto de la consulta, pero a las horas se da cuenta de que en algo tenía razón ese psicólogo. Explore toda esa marea de sensaciones y pensamientos y compártalos con el profesional. Esto le ayudará a poner orden en su cabeza y decidir si es una terapia que encaja con usted.