Problemas psicológicos

¿La terapia te cambia la personalidad?

Cuando decidimos empezar una terapia es porque hay algo en nuestras vidas que deseamos cambiar. A veces uno no tiene claro qué le ocurre, ni siquiera sabe si quiere cambiar algo, o qué cambiar en concreto. Lo que está claro es que vamos a terapia porque buscamos sentirnos diferentes, un cambio a mejor.

Ocurre también que ante una experiencia nueva suele aparecer el miedo ante lo desconocido. Uno piensa «Sí, quiero cambiar, hay algo que necesito cambiar. Pero tampoco quiero cambiar demasiado, mi vida no está tan mal. Podría estar peor». Nos imaginamos la posibilidad de que nuestra forma de ser cambie en una dirección que ni siquiera sabemos si nos va a gustar. Ante el temor de que nuestra personalidad cambie debido a la terapia, empezamos a buscar pretextos para justificar que igual no es necesario pedir ayuda. Aparece, de forma paradójica, un miedo al cambio.

Eso está bien, porque nos permite relativizar, acordarnos de nuestros puntos fuertes y valorar nuestra capacidad para resolver problemas. Y esto es importante a la hora de empezar un tratamiento dirigido al cambio. Una persona que se siente capaz de mejorar es signo de buen pronóstico de cara al proceso terapéutico.

Pero la intención de este artículo es dar a conocer la potencia real de una terapia. La psicoterapia es un proceso que consiste primero en entender por qué hacemos lo que no queremos hacer y por qué sentimos lo que no queremos sentir. Una vez entendido por qué nos pasa lo que nos pasa, podemos proponernos un cambio verdadero. Y es entonces cuando uno recuerda que el cambio, aunque es posible, nunca fue tan sencillo.

Carmen G. Rosado Bordallo